sábado, 5 de marzo de 2016

Paraíso a la Deriva



Que hacer para olvidarte
si intento no recordarte y lo olvido,
y tu imagen siempre sale a flote, 
estirando la mano pidiendo auxilio.

Hoy me levante de nuevo pensando en ti, 
un año y medio desde que te fuiste de esta vida,
dieciocho meses desde la vez que te vi partir,
ciento ochenta días que te labra morada mi fantasía.

Intentando borrarte de los rincones de mi mente
te encerré en caja fuerte y pedí que te tiren al río,
pero al igual que siempre, salte tras de ti para no perderte,
tratando de mantener tu recuerdo vivo.

Entonces me sumerjo en el mental desequilibrio, 
construyendo barcos para estar contigo,
pero el barco es demasiado pequeño, 
que tu mundo, no cabe en el mío. 

Y en el caos de la tormenta que en mi mente reina,
busco una forma para mantenerte a salvo
pues construiré un paraíso en una botella,
para que tu mundo emerja y estés a mi lado.

Me he pasado mil días en una noche,
construyendo casas y haciendo bosques,
entonces me iré a dormir con una sonrisa
pues al momento de cerrar los ojos... empieza la vida.

Me levanto y tú ya estas despierta,
Me invitas a tomar el té, risueña con tus ojos claros,
Te sientas a mi lado en la vieja mecedora,
Y desde la ventana contemplamos las aves del campanario.

Siempre me preguntas ¿A dónde van las aves?
te respondo que al sur en busca de cálidos hogares,
cierras los ojos y te imaginas volar entre ellas,
como los astronautas sueñan con ir a las estrellas.

Transcurre el tiempo y mi mente caótica te guarda morada,
y aunque en mi cerebro exista una tormenta, 
existe un paraíso en donde estoy a tu lado,
en donde el sol brilla, las aves vuelan y los días son claros.

Un Paraíso en el que Te retengo, Te cuido y No tejo ir;
en donde estamos juntos, yo para ti y tu para mí,
haciendo tu recuerdo, mi prisionera;
manteniéndote viva, manteniéndote entera.

Mantendré mi universo encerrado en la botella, 
viajando con tu imagen como Cautiva,
que por siempre joven y por siempre bella,
 nuestro universo sobre las olas del mar, a la deriva.

Entonces, el mundo al ver ese mar en caos no sabrá,
que en lo profundo, naufraga un edén;
en el cual las aves del campanario se alejan sin notar,
que es un viaje de retorno y mil vueltas a la vez.

Desde entonces no falta el té a la misma hora,
cada mañana cuando abres esos tus ojos claros,
te invito a sentarte en la vieja mecedora
y admiraremos por siempre las aves del campanario.


Klon.
(Concurso "la Imagen Imposible", http://elcirculodeescritores.blogspot.mx/)

7 comentarios:

  1. Has idealizado una vida en el paraíso donde nunca pasa nada, donde todo está equilibrado y feliz. Me ha gustado mucho la fusión de la nostalgia con el bordado de los sueños.

    Mil besitos, Klon.

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    1. Aurora Gracias por leerme y dedicarme tus palabras, que bueno que te haya gustado, besos y abrasos.

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  2. Bonitos versos. Especialmente destacable el último cuarteto, cuando hablas de la mecedora y las aves en el campanario.

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    1. Gracias bro, si igual me gusto mucho, intente dar la percepción de alguien que va a dormir todas las noches para estar con ella y lo ha hecho por bastante tiempo.
      Saludos

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  3. Es una pena que los paraisos tengan que estar encerrados. Es como si no pudieramos tener lo bello a la vista de todos. Supongo que es el miedo a mancillar...
    Suerte en el concurso, Klon. Y encantada de conocerte y leerte.
    Un abrazo.

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    1. Si es una pena, que tengan que estar encerrados y ocultos a la simple vista y efectivamente puede ser el miedo a mancillar, o el temor a dejarlo ir y que se pierda...Gracias Sue, besos y abrazos....

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  4. Me has encogido él corazón de tanto amor y sufrimiento como expresan tus letras, un poema muy intenso.

    Un beso.

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